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Viajar con una silla de ruedas motorizada no debe ser una preocupación. En Mobility Aid Social os contamos todo lo que debes saber para transportar una silla motorizada en avión, coche o tren ¡Sigue leyendo!
Hoy en día, la accesibilidad ha avanzado tanto que desplazarte con tu silla de ruedas es más fácil de lo que parece. Sólo necesitas conocer algunos consejos prácticos que harán tu trayecto más cómodo y seguro.
En Mobility Aid Social creemos que la movilidad es sinónimo de libertad, y queremos acompañarte en cada paso de tu viaje.
Si vas a volar con tu silla motorizada, la preparación previa es esencial. Cada aerolínea tiene sus normas, pero casi todas coinciden en algunos puntos que conviene tener en cuenta.
Al reservar tu vuelo, avisa que viajas con una silla eléctrica o scooter de movilidad. Indica el tipo de batería (litio, gel o seca), las dimensiones y el peso aproximado. Esto permitirá al personal gestionar correctamente el embarque y el espacio en bodega.
Contacta al servicio de atención al pasajero con movilidad reducida al menos 48 horas antes del vuelo.
Las baterías de litio extraíbles son las más recomendadas para viajar en avión, ya que se pueden transportar en cabina (normalmente hasta 300Wh). Las baterías selladas de gel o AGM también están permitidas, pero deben ir desconectadas y bien fijadas.
Importante:
Asegura las piezas móviles con cinta o correas suaves y, si puedes, usa una funda protectora. La mayoría de aeropuertos ofrecen servicio de asistencia para trasladarte desde el embarque hasta el asiento y entregar la silla en la puerta del avión o directamente en destino.
Tu silla es parte de tu autonomía: protégela bien.
Moverte en coche con tu silla eléctrica es una de las opciones más cómodas, siempre que tengas en cuenta algunas recomendaciones.
Si tu silla es plegable o de fibra de carbono (como nuestros modelos), podrás colocarla fácilmente en el maletero. Algunos modelos pesan menos de 15kg, lo que facilita su carga sin ayuda. Para sillas más grandes, lo ideal es un vehículo adaptado con rampa trasera o lateral.
Existen adaptaciones homologadas que permiten entrar directamente con la silla y viajar en ella con total seguridad.
Nunca dejes la silla durante el trayecto. Si viajas en el asiento, asegúrate de que esté bien anclada mediante sistemas de sujeción al suelo y que el usuario lleve cinturón de seguridad independiente. Esto evita desplazamientos en frenadas o giros bruscos.
En viajes largos, haz paradas cada dos horas para descansar y revisar la batería.
Antes de salir, asegúrate de que la batería esté completamente cargada. Si tu trayecto es largo, lleva el cargador contigo o un adaptador para enchufes de coche. Los modelos con baterías extraíbles facilitan la carga sin necesidad de mover toda la silla.
Piensa en tu silla como tu compañera de viaje: cuidarla te asegura que te acompañe en todos tus destinos.
El tren es uno de los medios más cómodos y accesibles para viajar con movilidad reducida. La mayoría de compañías ferroviarias ofrecen asistencia y zonas adaptadas para usuarios de sillas eléctricas.
Al comprar el billete, indica que viajas con una silla de ruedas motorizada o scooter de movilidad. En España, Renfe ofrece el servicio Atendo, que te ayuda a subir y bajar del tren, y te reserva espacios adaptados con antelación.
Es un servicio gratuito y muy recomendable si vas a viajar con esta compañía.
Los trenes de medio y larga distancia disponen de plazas específicas para usuarios de sillas eléctricas. Estos espacios cuentan con rampas o plataformas elevadoras y un área amplia para maniobrar.
Verifica las dimensiones máximas que admite el tren en el que vas a viajar: generalmente oscila entre 70-75 cm de ancho y 120-130 cm de largo.
Si prefieres viajar sentado en un asiento convencional, puedes plegar tu silla y colocarla en el área de equipaje. Las sillas ligeras y plegables son perfectas para este tipo de trayectos. Además, los trenes de alta velocidad suelen disponer de enchufes para cargar la batería durante el viaje, lo que resulta especialmente práctico.
En algunos aeropuertos o trenes pueden solicitar información técnica de la batería o del sistema eléctrico.
Guárdalos en una bolsa acolchada y mantenlos contigo durante el viaje.
Consulta si tu seguro cubre la silla de ruedas eléctrica en caso de pérdida o daño durante el transporte.
Transportar una silla motorizada no tiene por qué ser complicado. Con un poco de planificación y las herramientas adecuadas, puedes disfrutar del camino con la misma libertad que cualquier viajero.
Recuerda que tu silla no es un obstáculo, sino una aliada que te ayuda a vivir con mayor autonomía y bienestar. En Mobility Aid Social estamos aquí para ayudarte a encontrar la solución perfecta para tu forma de moverte con nuestras sillas de ruedas eléctricas ligeras y seguras, pensadas para acompañarte donde quieras ir. Si quieres más información, contáctanos a través de nuestra página web o redes sociales (Facebook e Instagram).
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